Carlos Ravelo Galindo
Sí, es cierto que el maestro es la mano que despeja tristezas. El rostro que difunde alegría. Y el amigo que con su enseñanza nos infunde el ánimo a vivir. Este Día del Sufrido Maestro, en su honor, transcribo el pensamiento escrito por dos de ellos: el de doña Tere Gurza y como colofón el de don José Antonio Aspiros Villagómez. La escritora nos advierte que ’Para descansar de la saturación política de las campañas y sus millones de spots, dejaré de lado esta semana el tema de los candidatos a la presidencia. Pero como voy a escribir sobre algunas peculiaridades del idioma español, no puedo evitar decir que los cinco lo hablan mal. Y curiosamente quien a primera vista parece el más salvaje, El Bronco, es el que mejor se expresa; lo sigue Anaya. Margarita carece de sintaxis, se hace bolas y termina diciendo disparates. Meade aparece angustiadísimo y si pretende que poco le entendamos, lo logra. El puntero, no lo habla de corrido y es tan deshilvanado, contradictorio y lento, que a veces pienso que no es su idioma materno y que, abrumado de flojera, tiene que ir traduciendo. Y palabra que a estas alturas, ya no sé si amaneció a favor o en contra, de la construcción del nuevo aeropuerto; y si al ondear su pañuelo blanco, está pidiendo rabos y orejas de los empresarios, o proponiéndoles amor y paz. Lo penoso es que si así son estos cinco, que se supone debían ser los mejor preparados para gobernarnos, no quiero imaginar lo que sucederá con los aspirantes futuros; sujetos de una educación tan deficiente, como la que tenemos. Recuerden que los resultados parciales del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) publicados a fines de 2015, revelaron que los alumnos de sexto de primaria a tercero de secundaria de escuelas públicas y privadas, tienen muy bajo nivel en lenguaje y comunicación; y no entienden lo que leen. Y que los datos obtenidos de las pruebas aplicadas a 248 mil 721 pupilos de seis mil 975 escuelas del país, indicaron la urgencia de fortalecer el trabajo pedagógico. ’Los resultados son preocupantes, tanto por lo que nos dicen respecto a lo que aprenden los alumnos del Sistema Educativo Nacional, como por lo que descubren de inequidades entre tipos de escuelas y zonas donde se ubican’ dijo a El Universal hace algunas semanas, la consejera presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Irene Schmelkes del Valle. Y llamó a dimensionar, el tamaño del reto que enfrenta el sistema educativo en cada una de las entidades federativas. Me parece triste y frustrante que, en la más importante premisa para el desarrollo de las personas y los países que es la educación, no logremos avanzar lo que debiéramos. Y el reto ahí es semejante al que existe en otros rubros, y que solo se explica por la desigualdad que nos caracteriza. En fin, pasando a las ’curiosidades’ del idioma español que son términos que utilizamos sin darnos cuenta de su peculiaridad, podemos mencionar entre otros los siguientes: 1. El vocablo *reconocer*, porque se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. 2. La palabra *centrifugados*, porque ninguna de sus trece letras se repite. 3. La palabra *aristocráticos*, porque cada letra aparece dos veces. 4. La palabra que designa al *cinco*, porque tiene cinco letras; lo que no pasa con ningún otro número. 5. Las palabras *ecuatorianos* y *aeronáuticos* porque tienen las mismas letras en diferente orden. 6. El término *electroencefalografista*, que con sus 23 letras es la palabra española más larga aprobada por la Real Academia de la Lengua (RAE). 7. La palabra *mil*, porque es el único término para nombrar números, sin "o" ni "e". 8. La palabra *pedigüeñería* que tiene los cuatro firuletes de nuestro idioma: la virgulilla de la *ñ*, la diéresis sobre la *ü*, la tilde del *acento* y el punto sobre la *i*. 9. La palabra *euforia* con cinco vocales y solo dos consonantes. 10. La palabra *oía*, de tres sílabas en tres letras: o, í, a. 11. La RAE admite vulgarismos como *"almóndiga"*, *"asín"*, *"setiembre"* o *"madalena"*. 12. La palabra "ojalá", cuyo origen es la expresión árabe *law sha’a Allah* que significa Si Dios quisiera; por lo que es erróneo decir ’ojalá Dios lo quiera’, como escuchamos con frecuencia. 13. *Guineoecuatorial* es la única palabra española que contiene dos veces, cada una de las cinco vocales, a e i o u. 14. La palabra *argentino*, porque cambiando el lugar de sus letras, puede transformarse en *ignorante*. Anagrama que seguramente encantará a los argentinos. 15. *Ferrocarrilero*, por ser la única palabra española con cinco erres. 16. *Noveno* única de tres sílabas, a la que se puede quitar la del medio sin que pierda su significado’. Concluye la poeta. Y el filólogo Aspiros: ’Hola, Tere: Cuando yo iba a la secundaria (uff) la palabra más larga era ’otorrinolaringología’, que tiene tres caracteres menos que la actual, que tú mencionas. Y por lo demás, creo que los resultados sobre comprensión de parte de los estudiantes, deberían basarse no en la lectura -algo anticuado o desconocido para ellos-, sino en las imágenes de que están saturados sus aparatitos nanotecnológicos: desde eso que llaman emoticones y memes, hasta las páginas mismas de internet, donde las más exitosas son las que comunican sus mensajes con imágenes, no con textos, o con textos fragmentados y convertidos en imágenes por su variedad de tamaños, colores, ubicación en la pantalla y otros trucos. Los nuevos cerebros no dan para más. Desde luego que lo lamento, pero el que está mal soy yo por estar entre quienes ya vamos de salida: pertenezco a una generación que felizmente aprendió a leer, y leo. Y por lo general entiendo lo que leo, o si no, releo y consulto en mis diccionarios, que para eso tengo muchos. Si las nuevas generaciones se comunican y entienden de otra manera, allá ellos, lo malo es que así no resulta fácil la relación entre mayores y menores de edad. La ventaja para los viejitos, es que en su mayor parte sí comprendemos los dibujitos del nuevo idioma digital; son muy elementales. Pero temo que esa involución avance y al final lleve a los humanos del futuro comunicarse con gruñidos (dibujados, claro). Pero será su problema, su reto y su realidad. Les mando un abrazo’. [email protected]