Por Julio Tapia
Acción que el presidente Andrés Manuel calificó como una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, aproximadamente a las veintidós horas, fuerzas de Ecuador allanaron la soberanía de México, tras irrumpir la embajada, llevándose por la fuerza a Jorge Glas ex vicepresidente de Ecuador quien se encontraba tramitando su solicitud de asilo político, bajo el argumento de persecución, las fuerzas de seguridad tuvieron que trepar la embajada, ubicada en la capital ecuatoriana que llevaba horas custodiada por militares, el jefe de la cancillería de asuntos políticos de la embajada Roberto Canseco, se encontraba dentro del edificio quien fue sometido para evitar que entraran y evitaran dicha detención, tras lo anterior, el ejecutivo federal, ordeno a la Secretaria de Relaciones Exteriores, proceder de manera legal y de inmediato declarar la suspensión de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Ecuador, por la violación a la Convención de Viena, sobre relaciones diplomáticas en particular bajo el principio de inviolabilidad de los locales y del personal diplomático y las normas básicas de convivencia internacional, pero Ecuador, justifica su actuación advirtiendo ’que ningún delincuente puede ser considerando perseguido político Jorge Glas ha sido condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes.
Tema que deberá ser ventilado ante las instancias internacionales, de las que Andrés Manuel, ha menospreciado, pero al ser México, un país, que firma pactos, convenios, tratados de índole internacional, deberá respetar y creer en ellos, para respetar y hacerse respetar, para mantener la paz, sirva este contexto, para que el propio ejecutivo de la nación, se abstenga de entrometerse en asuntos que atañen a otros pueblos hermanos, de los que no resultan de su incumbencia, a su libre autodeterminación, pero principalmente al de no intervención.
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