“Mexicanización”


La ciudadanía simplemente lo ignora o no lo toma como algo digno de ser escuchado

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“Mexicanización”
Política
Febrero 24, 2015 15:02 hrs.
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Norberto de Aquino/almomento.mx › todotexcoco.com

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La estrategia del gobierno federal para reconquistar la confianza ciudadana enfrenta a cada paso, nuevos retos. Y la defensa del equipo de Enrique Peña Nieto que habla de las reacciones de aquellos que se sienten afectados por las reformas estructurales, es cada vez menos creíble y se convierte más en un lastre que en una solución.

El grupo en el poder buscó en el caso de Iguala fincar sus problemas en el hecho de que había quienes al manipular a los padres de familia, intentaban proteger sus intereses. No se especificó nunca cuales intereses, pero la defensa mostraba a los enemigos como verdaderos responsables del problema político del gobierno.

En el caso Tlatlaya, cuando el intento por ocultar los hechos se vino por tierra, el gobierno buscó minimizar los sucesos. Y al mismo tiempo, se lanzó una ofensiva para evidenciar los intentos de los enemigos del país, por distanciar al ejército del pueblo.

Al momento en que aparecieron los conflictos de interés derivados de las casas vendidas por constructoras ligadas al equipo de Enrique Peña Nieto desde el gobierno en el Estado de México, se buscó resolver las cosas vía la ruta de la legalidad, sin tener en cuenta que el problema tenía una base fundamentalmente moral.

Cuando los problemas económicos aparecieron y se entró en la necesidad de recortar presupuestos y proyecciones para este y el próximo año en el PIB, se planteó de nueva cuenta, la volatilidad internacional y la caída del precio del petróleo, en un mercado que México no controla.

Así, disculpas en todos los terrenos.

El caso de la inseguridad tenía un impacto especial. Las promesas del grupo en el poder habían sido muchas y muy fuertes. En un año, se dijo, se tendrían los resultados. La nueva gendarmería sería el primer gran paso en la solución de la violencia. Después de todo, el poder lo había recuperado el partido que “sí sabía como hacer las cosas”.

A poco más de dos años de distancia, las cosas simplemente no marchan. Los problemas se han quedado en el aire. Las “soluciones” del gobierno en cualquier tema, se caen en cuanto aparecen. Lo mismo en el caso de los normalistas, que en lo relacionado con las casas adquiridas de manera poco usual.

El intento por hacer creer que había intereses que buscaban hacer daño en todo momento, simplemente se vino por tierra. El poder que se requería para tanto, difícilmente podría tener sus raíces en nuestro país.

Y el panorama se aclaró bastante gracias a la última declaración del Papa Francisco I.

Ante los problemas y tensiones crecientes que se viven en su natal Argentina, el jefe de la Iglesia Católica soltó una advertencia muy clara: “no se vaya a mexicanizar el conflicto” argentino.

Y en esa simple frase, sin mayor necesidad de análisis, queda visto el verdadero problema del país: se acepte o no, el gobierno no logra que se mensaje vaya más allá de sus propios límites. Esto es, el gobierno habla para el gobierno mismo. La ciudadanía simplemente lo ignora o no lo toma como algo digno de ser escuchado.

El Papa pide a la Argentina evitar el riesgo de la “mexicanización”. Y ello puede como es el caso, referirse a la violencia derivada del narcotráfico, o a los temas como el de Iguala o a la pérdida de confianza relacionada con la ejecución en Tlatlaya.

El Papa ha demostrado que la defensa que intentó el gobierno en función de un complot a nivel internacional en su contra, carece simple y llanamente de sustento.

Y a querer o no, para evitar la “mexicanización” de los conflictos, a todos los funcionarios del gobierno, con Peña Nieto a la cabeza, a tomar una ruta diferente en lo que es la presentación oficial de las cosas.

Y en ese cambio, tal vez valdría la pena que intentaran presentar las cosas como son, Esto es.

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