Por Julio Cesar Tapia García
Por Julio César Tapia
México es uno de los 13 países más contaminantes del planeta, la lucha contra el cambio climático, así como las políticas públicas para fomentar la sostenibilidad, el reciclaje y la circularidad, no son una prioridad. La cantidad de residuos que se separan es menor al 10%, y casi la totalidad de los destinos finales de la basura no cuentan con las mínimas infraestructuras sanitarias. Los tres niveles de Gobierno, tiene un discurso ambientalista, pero nunca se ponen en práctica.
Una prueba de ello es que en el 88% de los vertederos no se lleva a cabo ningún monitoreo de seguridad o higiene. Esa es la realidad en un país en el que a diario se producen más de 120.000 toneladas de residuos sólidos, 44 millones de toneladas al año, de las cuales 19.000 no se recolectan nunca o son quemadas en parcelas privadas o simplemente terminan en las alcantarillas, carreteras o en el mar.
Aunado a eso, la gestión de la basura está en manos de mafias que operan a nivel municipal, estatal y federal, que obtienen ganancias millonarias a costa de las personas más vulnerables de la sociedad que se dedican a la recolección de residuos sólidos, en México, la mayoría de las personas dedicadas a esta actividad no tienen un contrato laboral o un salario fijo, o bien trabajan por su cuenta, no cuentan con un equipo mínimo de trabajo para garantizar su seguridad sanitaria, pues desarrollan esa labor con las manos sin protección como guantes, mascarillas, los vehículos donde transportan la basura son altamente contaminantes, incluso en algunas regiones del país utilizan animales, burros o caballos.
Por lo que podemos decir que México, tiene un retraso de 100 años respecto a Europa.
Pues los gobiernos están más preocupados en recolectar recursos económicos para sus bolsillos, por lo que este tema debe ser de seguridad nacional, dada la problemática de salud ante la que nos enfrentamos, implementando plantas recicladoras y de esa manera darle un destino idóneo y adecuado a los residuos altamente contaminantes que afectan nuestro ecosistema.
Por lo que cada gobierno de nuestro país deberá realizar acciones para tratar sus residuos de manera que quien se encargue del uso final no explote el mismo para intereses personales, explotando el servicio de recolecta para unos cuantos, de ahí que se originen las mafias, pues son estas las que se encargan de contratar, asignar y operar en las calles a particulares para la recolecta de basura, lo anterior derivado de que la autoridad es insuficiente para brindar este servicio público, lo que ocurre comúnmente en todo el país.
Aproximadamente en todo México aún hay 1.600 vertederos al aire libre, además de incontables vertederos clandestinos, sobre todo, de residuos altamente tóxicos de los que no se tienen datos. En ellos, los residuos no están separados y por eso mismo ya no pueden ser reciclados. Las condiciones sanitarias en esos inconmensurables muladares son inexistentes, y eso los convierte en focos altamente contaminantes. De ahí que existan verdaderas mafias.
El panorama en materia medioambiental para México es desolador: cada tonelada de desechos orgánicos que llega a un vertedero a cielo abierto genera 4.2 toneladas de CO2 y son 44 millones de toneladas de basura las que se producen al año. Respecto a su política medioambiental, Cimate Action Tracker ha calificado a México como un país «altamente insuficiente», la peor consideración solo después de «críticamente insuficiente.
Si tienes algún problema o buscas asesoría legal, estoy a la orden al teléfono 5564513080.