Epistolario

Paraíso perdido

Paraíso perdido
Política
Agosto 02, 2015 23:01 hrs.
Política ›
Armando Rojas Arávalo › diarioalmomento.com

7,491 vistas

MARISSA: Este fin de semana ha sido aciago. De Mucho dolor y mucha rabia. Murió de cáncer mi entrañable amigo y compañero de lides, MARCO AURELIO CARBALLO. La otra pésima noticia es que asesinaron en la ciudad de México al fotorreportero RUBÉN ESPINOSA, de Proceso, la agencia AVC y Cuartoscuro en Veracruz, que se había exilado temporalmente de la entidad que mal gobierna JAVIER DUARTE DE OCHOIA, luego del acoso y amenazas de muerte por cumplir su trabajo profesional.
DOLOR POR LA PARTIDA DE MARCO AURELIO, quien desde hace varios meses luchó por sobrevivir del cáncer en el cerebro, falleció en su casa de Coyoacán después de días de intensos dolores. Siempre a su lado, su esposa PATRICIA ZAMA y sus hijos. Hoy domingo fue cremado. Libre al fin, nos deja un importante legado literario.
MARCO nació Tapachula, Chiapas, en 1942, y luego de muchas aventuras en su vida –boxeador, voceador y estudiante fracasado de Economía-- se dedicó al periodismo y después casi de tiempo completo a la literatura. Dice la Biblia que por sus obras los conoceréis, y las de MARCO, “Polvos ardientes de la Segunda Calle”, “Crónica de una novela”, “Mujeriego”, “Vida real del artista inútil”, “Muñequita de barrio”, “Diario de un amor intenso” y “Morir de periodismo”, entre otras más, le hicieron merecedor en 1994 del Premio 'Chiapas' de Literatura Rosario Castellanos, el II Premio Nacional de Novela “Luis Arturo Ramos” y el Premio Nacional de Periodismo.
Conocí a MARCO AURELIO gracias a ALBERTO CARBOT, y entre parrandas de licor y café nos hicimos amigos y compañeros de páginas en “Gente Sur”y otras publicaciones. Cuando aún no se decidía a refugiarse por completo en su casa para que los amigos no lo viéramos en las condiciones deplorables en que se encontraba, nos reuníamos en la cafetería de la “vieja Ghandi”, en Miguel Ángel de Quevedo. Horas y horas de risa ante las ocurrencias que las decía en serio con una apenas perceptible sonrisa sarcástica.
Tuvimos amigos comunes. RAFAEL RAMIREZ HEREDIA “El Rayo Macoy” fue uno de ellos. Gran escritor, RAFAEL, guitarrero de bigote tupido a lo revolucionario, cantor y autor de muchas anécdotas, murió también de cáncer y por voluntad de su testamento sus cenizas fueron depositadas al pie del árbol de su casa de Coyoacán. MARCO AURELIO coordinó, por cierto, un libro sobre RAFAEL, editado por Fontamara, en el que me invitó a escribir acerca de algunos pasajes de mi amistad con “El Rayo”.
MARCO AURELIO, CARBOT y yo hicimos un viaje juntos a Chiapas, nuestra tierra, para presentar “Morir de periodismo”. Nos gustó tanto “la pendejada”, como dicen allá, que decidimos “ranchear” para hablar de la novela de MARCO. ¡Total, encarrerado el ratón! Fuimos a Comitán y terminamos en Tapachula, la “aldea” de ambos. Y poco faltó para que nos detuviéramos a lo mismo en Motozintla, Siltepec y La Trinitaria, pero era ya demasiado.
En el trayecto a bordo de una camioneta que un amigo nos proporcionó, los chascarrillos dieron lugar a mi novela “La Condesa de Paros” que pronto será editada y algunos de cuyos fragmentos han sido publicados por la revista “Cronopio” de Colombia. La culpa lo tiene “Pascualillo”, uno de los cuentos. Yo no sabía cómo matar al personaje, por lo que MARCO AURELIO recomendó tras varias horas de “reflexión”, que fuera asesinado por el amante de su mujer, mientras que CARBOT aconsejaba que lo matara de cirrosis. Una y otra eran buenas soluciones, pero decidí asesinarlo a puñaladas cuando su amante se hartó de las golpizas que le daba advirtiéndole con el cuchillo de carnicero cubierto de sangre y cuando el hombre ya estaba fiambres, que no lo volviera a hacer.
Me causa mucha tristeza su viaje definitivo, pero es la ley de la vida. La muerte es lo único seguro en la vida. Que en paz descanse el amigo entrañable.
TENGO MUCHA RABIA E INDIGNACIÓN. El sábado amaneció asesinado con saña el fotorreportero RUBÉN ESPINOSA (corresponsal de Proceso, La Jornada, Cuartoscuro y otras publicaciones), quien se había exiliado en el Distrito Federal desde hace varios días luego que recibiera amenazas en su contra en Veracruz. El crimen fue en un departamento de la colonia Narvarte, donde los sicarios mataron también a cuatro mujeres más. Todos con el tiro de gracia.
Inaudito: la Procuraduría de Justicia del D.F. tiende una cortina de humo, con la suposición de que el móvil fue el robo. Joden la impunidad y el cinismo.
¡Qué está pasando! La libertad de expresión no se combate matando periodistas.
Muchos periodistas han sido asesinados o están desaparecidos. Ciento tres (103) comunicadores han sido asesinados de 2000 a 2015. De acuerdo con datos proporcionados por La Jornada, Veracruz y Chihuahua destacan como las entidades con mayor número de homicidios de reporteros, con 16 cada uno.
En Veracruz, los crímenes en contra de periodistas han aumentado de 2010 a la fecha, sobre todo durante la gestión del gobernador priísta JAVIER DUARTE DE OCHOA. De acuerdo con cifras de la Procuraduría General de la República (PGR), durante su mandato se reportaron tres homicidios en 2013, cinco en 2012, uno más en 2014, más los ocurridos este año.
Sin embargo, medios nacionales y locales han dado cuenta de un mayor número de casos. Durante la administración de DUARTE se contabilizan 14 comunicadores asesinados y cinco desaparecidos. Algunos de los casos son los de ARMANDO SALDAÑA MORALES, localizado sin vida en mayo pasado en Cosolapa, Oaxaca, municipio que colinda con Veracruz; el de OCTAVIO ROJAS HERNÁNDEZ, corresponsal de El Buen Tono, periódico local, que fue ultimado el 11 de agosto de 2014 y su cuerpo también fue hallado en Cosolapa. También están los de MOISÉS SÁNCHEZ, director del semanario La Unión; NOEL LÓPEZ OLGUIN, colaborador de los semanarios locales Horizonte y Noticias de Acayucan; MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ VELASCO, del diario Notiver, asesinado el 20 de junio de 2011 junto con su esposa y su hijo; MISAEL LÓPEZ SOLANA, fotógrafo de Notiver e hijo de LÓPEZ VELASCO.
Además, YOLANDA ORDAZ, reportera de Notiver, asesinada en julio de 2011; REGINA MARTÍNEZ, corresponsal de la revista Proceso en Xalapa, cuyo cuerpo se localizó el 28 abril de 2012 en su domicilio; GUILLERMO LUNA VARELA, de la agencia fotográfica Veracruz News, y GABRIEL HUGE CÓRDOBA, de Veracruz News.
ESTEBAN RODRÍGUEZ, fotógrafo del diario AZ de Veracruz; VÍCTOR MANUEL BÁEZ CHINO, reportero y editor de la sección policiaca de Milenio, El Portal de Veracruz; JUAN MENDOZA, de El Dictamen, y GREGORIO JIMENEZ, reportero de Notisur y Liberal del Sur.
De acuerdo con el informe estadístico de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, hasta junio pasado la región sureste del país, que incluye a Veracruz, Guerrero –el tercer estado con más periodistas asesinados–, Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, reportaba la tasa más alta de homicidios, con 36 casos, lo que corresponde a 34.9 por ciento de las muertes.
RUBÉN ESPINOSA se había convertido en la piedra en el zapato del gobernador. El periódico Sin embargo dice hoy, a propósito de la foto de ESPINOSA que salió publicada en la revista Proceso (1946) y que no le gustó al gobernador: “Ojos inyectados. Mirada extraviada. Labios entreabiertos. Orejas para atrás igual que las aguzan los perros al acecho. El ceño adusto tras las gafas y una gorra de policía. Las lonjas colgadas sobre el cinturón. Los botones de la camisa con su nombre bordado amenazan con salir disparados. La foto de Rubén Espinosa Becerril resultó implacable con el Gobernador veracruzano. Javier Duarte retratado de pies a cabeza: autoritario, rencoroso, desconfiado, rabioso, felón.
“Es la imagen escogida por el equipo de la revista Proceso para ilustrar la portada del número 1946. La mitad del cuerpo de Duarte en todo lo alto y ancho. Una imagen como síntesis del contenido: “Veracruz, estado sin ley”, decía el encabezado en la tapa”.

[email protected]
[email protected]

Ver nota completa...

Paraíso perdido

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.