Abrázame, por favor.
Carlos Ravelo Galindo
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico para
sentirnos bien. Una de las formas más importantes es el abrazo.
Cuando nos tocamos y nos abrazamos, llevamos vida a nuestros
sentidos. Reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.
Cuando algunas veces no encontramos las palabras adecuadas
para expresar lo que sentimos. No nos atrevemos a decirlo. O porque los sentimientos nos abruman. O por timidez, el abrazo es la mejor manera.
Es el idioma que además de hacernos sentir bien, se emplea
para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad.
Provoca alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en
quien es tocado. Acrecienta la voluntad de vivir en los enfermos.
Debes saber que cuatro abrazos al día son necesarios para
sobrevivir. Ocho para mantenerse y doce para crecer como personas.
Seis factores brinda el abrazo. Veamos:
PROTECCION.- El sentirnos protegidos es importante para
todos. Más para los niños y los adultos mayores quienes dependen
del amor de quienes los rodean.
SEGURIDAD.- Todos necesitamos sentirnos seguros. Si no lo
conseguimos actuamos de forma ineficiente y nuestras relaciones
interpersonales declinan.
CONFIANZA.- La confianza nos puede hacer avanzar cuando el
miedo se impone a nuestro deseo de participar con entusiasmo en
algún desafío de la vida.
FORTALEZA.- Cuando transferimos nuestra energía con un
abrazo, aumentan nuestras propias fuerzas.
SALUD.- El contacto físico y el abrazo imparten una energía
vital capaz de sanar o aliviar dolencias menores.
AUTOVALORACION.- Mediante el abrazo podemos transmitir
un mensaje de reconocimiento al valor y la excelencia de cada
individuo.
El abrazo salvador se refiere a la vida de unas mellizas que al
nacer estuvieron en sus respectivas incubadoras. Una de ellas no
tenía esperanza de vida.
Entonces a la jefa de enfermeras se le ocurrió y luchó contra las
reglas hospitalarias, para que estuvieran juntas. Lo hizo.
Al ponerlas, en una sola incubadora, la bebé que estaba muy
bien abrazó a su hermanita. Puso su bracito sobre la espalda de su
hermanita.
Así con el calor de su cuerpo reguló la temperatura y el pulso de
su gemela. Y logró estabilizar el ritmo cardíaco. Le dio vida con su
amor pródigo.
Este ejemplo nos invita a no olvidar lo importante que es abrazar
a quienes amamos y cuán bien nos hace a todos abrigarnos el
corazón con la calidez de ese ejemplo.
Abraza a tu amigo, abraza a tu ser querido, abraza a tus niños,
abraza a tus viejos.
Y si es sin ropa, mejor.
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