Por Julio Tapia
Posiblemente no alcancemos, para el próximo gobierno, ver la consolidación de las instituciones, que han de encargarse de bajar la estadística criminal y la violencia en México.
Mientras Andrés Manuel, culpa al gobierno Estadunidense, de la ola de violencia que se vive en Sinaloa, tras la detención de el Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, Ken Salazar, Embajador de Estados Unidos, en México, negó que su país sea responsable de dichos enfrentamientos, luego de que López Obrador, manifestara en las mañaneras que el gobierno americano, es el responsable, por la ingobernabilidad de seguridad que vive el país y el estado en cuestión, advirtiendo, que eso no es culpa de los Estados Unidos y que el verdadero problema es por inseguridad y violencia, pues a raíz de las quejas, inconformidades, acompañadas de explicaciones del titular del gobierno mexicano, a las autoridades estadunidenses, lo cierto es que al día de la fecha, es decir a dos semanas de las pugnas entre las facciones de los Chapitos y los del Mayo, se suman 70 muertos y 32 detenidos, tema delicado, porque termina y empieza un nuevo gobierno, si bien es cierto, provienen del mismo partido, también lo es, que la nueva presidenta, deberá desde el inicio de su administración, tomar de manera particular las políticas en materia de seguridad pública, procuración y administración de justicia, para que, estos temas de agenda nacional, sean su prioridad, pues los mismos, recientemente han sufrió reformas, que deberán impactar en un mediano plazo, es decir, posiblemente no alcancemos para el próximo gobierno, ver la consolidación de las instituciones, que han de encargarse de bajar la estadística criminal y la violencia, pues su implementación es una tarea, más delicada que su estructura en la ley, pues si bien, la reforma al poder judicial y a la guardia nacional se cocinaron de manera inmediata, estas deberán implementar leyes secundarias, protocolos de actuación, coordinación y operación, estratégica para empezar a operar, situación nada fácil, porque el legado de López Obrador, es muy grande, es decir hereda a Claudia Sheinbaum, una estadística, jamás nunca antes vista en la historia de México, que lo ha convertido, en el más violento, pues de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública del sexenio de Ernesto Zedillo en 1997, a la fecha, el gobierno morenista ha rebasado la cifra de homicidios dolosos en 123 mil 708, es decir, 82 muertes al día. Por lo que la política de ’abrazos y no balazos’ a los cárteles del narcotráfico, no solo es un estrepitoso fracaso, sino que ha hecho a los criminales más fuertes, violentos e impunes y se expanden, por todo el territorio nacional sin límite alguno. ’De todos sus errores, la complacencia del gobierno con los narcos es uno de los más graves. Esa tolerancia también provocó un aumento en el número de desapariciones, más de 100 mil en poco más de 4 años’.
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