Columna la Opinión

Por Julio Tapia

La sociedad y el hoy gobierno de la cuarta transformación, han impulsado una de las reformas más importantes en México y es que la reforma al poder judicial, si bien es cierto ha sido cuestionada, en forma y fondo, ciertamente era necesaria, tema que inicio principalmente por los altos salarios de los funcionarios y servidores públicos que al día de la fecha perduran y que terminaron por motivar la reforma, así como de los fideicomisos que ostenta el poder judicial de la federación que aún están en debate judicial, que no se traducen en una pronta y eficaz administración de justicia y con la demanda social, dados los pocos juzgados federales que hay en la república mexicana, que obvio terminan por dilatar la justicia pronta y expedita justicia, lo cierto es que estos servidores públicos deberán tener cualidades específicas para aspirar a los mejores cargos y con los mejores perfiles, pues los abogados se fincan en la confianza, en el respeto, la credibilidad la honradez, responsabilidad, honestidad, elocuencia, estudio, probidad, lealtad, sentido de la crítica, ejercicio de la literatura, moralidad, lógica, gallardía, discreción, veracidad, ecuanimidad, respetabilidad, erudición, sociabilidad, franqueza, mucho amor al derecho y una enorme fe y pasión por la justicia, de todo lo anterior se deduce que se exigen del abogado muchas cualidades y virtudes que desde luego son requisitos humanos y sociales que el profesionista debe poseer, en estas ideas se condensan los atributos del abogado, porque su quehacer diario se fundamenta en sus valores que son los principios elementales de la raza humana, estas sabias palabras las ha pronunciado la candidata a magistrada penal por Texcoco, Angélica Vázquez Soria, mujer de amplia experiencia y carrera judicial que ostenta por más de veinte años y que ha marcado huella en sus resoluciones en favor del género femenino y la sociedad.

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