Por Julio Tapia
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, compartió su opinión reprobatoria con respecto a la reforma judicial.
Salazar recordó que ha trabajado en la Suprema Corte de los Estados Unidos y otras cortes de los más altos rangos, después de haberse graduado de la Universidad Leyes de Michigan, por lo que tiene un amplio conocimiento sobre el comportamiento de los juzgados y el funcionamiento del Poder Judicial.
También recordó que, como senador de los Estados Unidos, ha podido conocer Iraq, Afganistán y otros países, lo que le permitió concluir que las democracias no pueden funcionar sin un sistema judicativo fuerte, independiente y libre de corrupción. Así mismo, reconoció que la aplicación de la ley es una de las claves que unen a ’nuestros países’ (México y Estados Unidos), lo que permite el funcionamiento de las relaciones económicas y logra establecer un ambiente estable y atractivo para las inversiones.
Y dijo "Basándome en mi experiencia de toda una vida apoyando el Estado de Derecho, creo que la elección directa de jueces representa un riesgo mayor para el funcionamiento de la democracia de México.".
Con respecto a la relación política entre Estados Unidos y México, Ken Salazar aseguró que, en caso de aprobarse la Reforma Judicial, la histórica alianza de intercambio comercial podría verse comprometida.
Un cambio de este tipo podría hacer que los inversores perdieran confianza en el mecanismo legal de México, lo cual, a su vez, podría dar puerta abierta a que carteles y otros peligros pudiesen tomar ventaja de la situación política ante una potencial aparición de jueces sin experiencia.
Añadió, ’Comprendemos la importancia de la lucha de México contra la corrupción judicial. Sin embargo, la elección directa y política de jueces, en mi punto de vista, no resolverá dicha corrupción judicial ni tampoco fortalecerá al Poder Judicial.’ Por el contrario, el embajador proyectó que, en caso de aprobarse la reforma, se debilitaría la integración económica con los países del norte de América y crearía un ambiente de turbulencia al menos por los siguientes años.
Por último, reconoció que México requiere que su Poder Judicial sea capaz de manejar actividades complejas tales como las extradiciones, disputas comerciales y otros problemas internacionales, que requieren de las más altas calificaciones profesionales.
La iniciativa para reformar al Poder Judicial pone nerviosos a los mercados financieros internacionales, en especial, a los bancos y calificadoras de Estados Unidos (EU), principal socio comercial de nuestro país.
De entrada, el banco de inversión Morgan Stanley bajó la calificación del país a underweight (subponderado), ya que considera que la reforma judicial aumentará el riesgo de México como un destino propicio para las inversiones, limitará el gasto de capital en el país y pone en dudas los beneficios reales del nearshoring o relocalización de empresas estadounidenses en nuestro territorio.
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