El consejero nacional de Morena, quien aspira a la secretaría general, es un irresponsable y merece la condena pública
El 29 de agosto dijo que tenía COVID-19 y que se aislaría.
’A pesar de que tomé todas las precauciones, salí —como muchos de ustedes— a trabajar al Estado de México y di positivo a COVID-19. Estoy aislado y aviso a todas las personas con las que tuve contacto. Cuídense amigos. Exageren en los cuidados’.
Eso escribió a las nueve de la mañana hace nueve días Emilio Ulloa, un mexiquense que militó en el PRD, pero siempre cercano al PRI del grupo Atlacomulco. Sin embargo, no guardó la cuarentena obligada por epidemiólogos de 14 días para impedir la propagación del nuevo coronavirus.
Se sabe que el consejero nacional de Morena fue contagiado el 25 de agosto durante un evento en apoyo al presidente López Obrador, en el municipio de Neza, donde estuvo reunido con 100 personas en el camellón de avenida Pantitlán a la altura del hemiciclo a Juárez, colonia Metropolitana. En ese acto público estuvo sin cubrebocas.
Desde ese evento a ayer que fue al INE a registrarse como candidato a la secretaría general de Morena han pasado 14 días, pero fueron cuatro días después cuando presentó los síntomas, por lo que rompió el aislamiento.
Emilio Ulloa abusó de su condición de asintomático, al saltarse recomendaciones mundiales para permanecer en casa 14 día con el fin de no poner en riesgo a la gente. Este morenista es un irresponsable y merece condena pública