TLALNEPANTLA, MÉX. – Ese lunes negro, el 19 de noviembre de 1984, hace 34 años, se registró en San Juan Ixhuatepec, Estado de México, una de las peores tragedias en México, una apenas amanecía cuando a las 5.35 los habitantes fueron despertados por explosiones en plantas de almacenamiento de gas como de PEMEX, el fuego atrapo y provocó la muerte a más de 600 personas y más de dos mil heridos con quemaduras.
Los relatos de los sobrevivientes señalan que vivieron escenas apocalípticas, el fuego cubrió el cielo, además de que se extendió en una amplia zona habitada que pareciera haber sufrido un bombardeo, destrucción y muerte de familias completas y de viviendas convertidos en cenizas, en donde los cuerpos de niños, mujeres y hombres carbonizados se observaban en los interiores de sus viviendas, como de otros que al tratar de ponerse a salvo quedaron entres las calles.
El temible accidente tuvo lugar en una de las plantas de almacenamiento y distribución de gas licuado del petróleo de Petróleos, que de acuerdo a informes, un día antes había registrado una fuga de gas en una de las estaciones de almacenamiento, fue a las 5.35 de la mañana del 19 de noviembre cuando sobrevino la primera explosión, seguidas de otras.
En su momento, las autoridades informaron que debido a la fuga, se originó una gran nube de vapor inflamable de unos 200 metros por 150 metros, la cual entró en ignición alrededor de 100 metros de fuga, lo que hizo que se generara un incendio de grandes proporciones, la cual afectó en ese momento a diez viviendas que rodeaba a la planta; a las 5:44 am, una esfera se incendió la cual generó una explosión de unos 300 metros de diámetro y 500 metros de altura aproximadamente, lo que provocó una explosión en cadena, 11 detonaciones consecutivas generadas por otras cuatro esferas y quince tanques cilíndricos.
De acuerdo con la cifra oficial del gobierno estatal, consideraron:
503 personas fallecidas
926 personas heridas de consideración
353 con quemaduras de primer grados
60 mil personas evacuadas
149 viviendas destruidas
7 mil personas atendidas en hospitales del Estado de México y de la Ciudad de México, donde 249 requirieron cuidados intensivos.