#En los juzgados de lo familiar en Chimalhuacán prevalecen los malos tratos


#En los juzgados de lo familiar en Chimalhuacán prevalecen los malos tratos
Derechos Humanos
Febrero 09, 2023 17:55 hrs.
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CHIMALHUACÁN, MÉX, A este municipio llegaron las Caravanas por la Justicia, pero la justicia está lejos de ejercerse en el Sexto de lo familiar del Distrito Judicial con residencia en esta localidad, donde prevalecen los malos tratos y el abuso de autoridad por parte de los defensores públicos. Así lo relata la ciudadana Margarita "N", quien tras lograr que el Instituto de la Defensoría Pública del Gobierno del Estado de México le asignara un defensor público para llevar un juicio testamentario, llegó a las oficinas del juzgado de Chimalhuacán donde recibió malos tratos, gritos y hasta jaloneos, por parte de la abogada que le fue asignada, María Yoalli N, quien se desempeña como defensora pública.
’ Todas las asesorías que recibí fueron con prepotencia, yo soy una persona de 72 años y a pesar de eso me gritaba y en la última asesoría que recibí se enojó porque me faltaba un documento, me aventó los documentos y como no los podía ordenar me tomó de las manos con violencia, me los acomodó en las manos a la fuerza y se me terminaron cayendo en el piso, sentí coraje pero solo me puse a llorar, mi hija me consoló cuando estaba llegando al juzgado, pero a ella también le ha gritado y jaloneado’.
Conseguir que un abogado publico te represente no es cosa fácil, primero se debe acudir al Instituto de la Defensoría Pública, con sede en Ecatepec, donde tras un estudio socioeconómico se decide si es apto para recibir un patrocinio. Una vez autorizado el patrocinio, se debe acudir al juzgado correspondiente, donde un defensor público llevará su caso. Desafortunadamente, en Chimalhuacán solo hay dos defensores públicos, uno de los cuales María Yoalli, quien es señalada por su trato impaciente, autoritario y déspota, motivo por el cual muchas personas terminan decepcionadas del servicio y deciden abandonar sus casos, así como la señora Margarita N, cuyo nombre real se omite por seguridad.
’Yo salí llorando de ahí, porque me sentí humillada. No vuelvo a regresar a ese juzgado, porque no quiero que me vuelvan a maltratar, prefiero buscar otras opciones o ya dejar mi caso así. A todas las personas las recibe igual, si no le gusta su trabajo ya que renuncie’.

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