Por: Julio Tapia
Millones de mexicanos, consideran al presente gobierno como el mejor en décadas, otros sin lugar a dudas, se atreven a decir como el país, que se transformó, a la llegada de Andrés Manuel, y diversos que en su opinión, termino con la corrupción, sin embargo, yo me acuso de traidor, sin tener preferencia política e ideológica, más que la enorme preocupación de saber y entender que vamos por el rumbo adecuado, sexenio tras sexenio se habla y se pone a México, como el país que ha crecido a números porcentuales y tasas, nunca antes vistas, pero yo vivo, veo un país que ha cedido a la delincuencia organizada, en donde las políticas de seguridad pública, claudicaron en el tema, por falta de interés, a cambio de gobernanza, hoy Sinaloa, es tierra de nadie, a pesar de que, digan que no pasa nada, minimicen los hechos, acusen a los medios de comunicación y redes sociales de crear confusión, miedo y pánico, de hecho no hay estado y municipio de la república, que se manche de sangre y se respire miedo, por temor a las extorsiones, homicidios, feminicidios, desaparecidos, desplazados, narcotráfico, migración, pero los avances, que se dicen a diario, por el señor de las mañaneras, contrastan la realidad, es decir, ahora si tenemos un servicio de salud, como ningún otro, tema crudo, que se vio reflejado con la pandemia de COVID-19, ante los millones de muertos, que nos dejó, el éxodo de mexicanos que van a tierras a buscar seguridad jurídica y trabajo, porque aquí no hay, de que sirve aumentar el salario mínimo, sin con ello, suben los servicios y la canasta básica, que hablar de la educación si tenemos un sistema deficiente, con alumnos de nivel básico, sin las herramientas necesarias, para abrirse paso a un mundo, cada vez más globalizado y competitivo, qué decir del campo, en donde nuestros campesinos prefieren dejar de trabajar las tierras, ante el temor de ser extorsionados, de los enormes retos y problemáticas en materia de procuración y administración de justicia, en el caso de impartición de justicia, necesaria e implícitamente nos lleva al tema, de la actual reforma al poder judicial, pues si bien, el sentir del pueblo son los altos sueldos de estos servidores y funcionarios públicos, no se puede soslayar, que este poder debería gozar de autonomía e independencia, para no estar sometido a interés alguno, con esta reforma, es más que evidente estará subyugado al ejecutivo y legislativo, pues por más que se diga que el pueblo votara para elegir jueces, magistrados y ministros, quienes los elegirán, serán un cuerpo colegiado a cargo de diputados, senadores y ejecutivos locales y federales, para decidir quien cumple los perfiles, para aplicar justicia, sin lugar a dudas, hay renglones en los que nuestro país, ha crecido, que bueno, pero tampoco aplaudo lo que a luces se ve mal, por eso, me confieso culpable de ser traidor, no a la patria, sino a la forma de pensar, de quienes opinan en contrario, y que ven un México, mejor que yo, en fin, que viva México.
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