Por Adriana Salazar
El zócalo ha sido sede de hechos importantes en las diversas etapas de la historia de México, ha sido el centro de concentración y manifestación de ideales sociales y culturales. Es también un majestuoso escenario en donde convergen la diversidad cultural y nuestro pasado indígena junto al virreinal. Ahí, entre palacios, el zócalo es la sede del poder político, económico y religioso inclusive desde la época prehispánica y como en toda oportunidad, es también el centro de reunión de los mexicanos en donde se encuentran para compartir sus tradiciones e ideologías, celebrar fiestas o manifestaciones, así como hechos históricos importantes. Una de dichas tradiciones es abrir la explanada como foro de ideas intelectuales o culturales, entre ello están las manos de los indígenas, artesanos y comerciantes; algunos de ellos llegan buscando su identidad, ó el indígena que perdió su trabajo, el que cuya labor ya no le es redituable, aquel que fue vencido por sociedades negligentes y que es de pronto un refugiado de derechos humanos. El artesano que lucha contra la mercadotecnia y el comerciante ambulante, la mano artesanal que pretende mostrar sus tradiciones familiares, usos y costumbres. En tanto que el comerciante, reclama el hambre y considera que esta en la misma condición que el indígena que exige los derechos del artesano y minimiza sus verdaderas responsabilidades.
De esta forma y en medio de diferentes polémicas socioeconómicas a futuro, el Gobierno de la CDMX, haciendo uso del zócalo como sede, le dio la bienvenida a la VIII fiesta de las culturas indígenas, pueblos y barrios originarios de la ciudad de México, llevada a cabo durante los días 5 al 21 de agosto. La mayoría de los expositores son de los Estados de Oaxaca, Chiapas, Puebla, Estado de México y Guerrero. Muchos de ellos radican en la ciudad de México pero siguen representando la tradición artesanal de su Estado de origen. Indican que el trabajo, las ferias y exposiciones que adoptaron como forma de vida las comprometieron a radicar en la capital del país, insistiendo por mejorar el acceso a oportunidades y la calidad de vida. Algunos son ya tan solo el símbolo del antiguo artesano, han olvidado sus trajes típicos a grado tal que ya no saben usarlos, tampoco portarlos ni se sienten cómodos en ellos, sin embargo queda la nostalgia y la demanda social por reencontrarse con aquellas culturas enigmáticas que dieron identidad y costumbres a nuestro país. En sentido contrario, cabe destacar que también hay familias artesanas que insisten, se imponen y reclaman su derecho cultural y su oficio artesanal, que esculpen, labran, tallan, tejen, bordan, pintan y se enorgullecen de ofrecer sus platos típicos. No todos sienten ese mismo orgullo, ese mismo amor, muchos son tan sólo comerciantes los hay de origen indígena y caso contrario hay quienes no son ni siquiera comunitarios sino nuevas generaciones de artesanos urbanos con propuestas autenticas. En la muestra podemos encontrar expositores originarios del Estado de Guanajuato, se dedican al oficio de carpintería, y elaboran manualmente una gran diversidad de juguetes artesanales desde los tradicionales como el yo-yo, el balero, los luchadores, los camioncitos o trailes, sonajas, prensas para tortillas y muebles para muñecas; hasta los mas modernos como juegos didácticos, de memoria, rompecabezas y lógica.
El primer lugar que sobresale en la exposición es sin duda la variedad de comida típica y antojitos mexicanos, además de quesos, nieves, salsas, chiles, dulces y botanas. Por supuesto en este país la producción artesanal del tequila, mezcal y licores ocupa un lugar prioritario, además de ser una atracción importante para el turismo extranjero.
Primordial importancia tienen las artesanías elaboradas con palma. El tejido de palma es una costumbre que ha pasado de generación en generación, en donde es común ver a las familias sentadas tejiendo con sus dedos una gran variedad de artículos que van desde accesorios, adornos, esferas, bolsas, tortilleros y demás artículos típicos de uso del mexicano o sus comunidades. Hoy en dia podemos encontrar la tradicional artesanía de palma en su color natural o colores alegres , vivos que le dan un toque moderno al producto y que sirve para generar gran variedad de artículos navideños como esferas, árboles de navidad y estrellas.
Es innegable que la artesanía ha recibido el impulso del gobierno federal y de la capital del país, motivó su creatividad integral, es decir no basta con elaborar un producto y venderlo, sino con darle un sentido integral, lo que se vende es cultura, tiene un contexto, raíces e inclusive idiosincrasia. El artesano desde todos los tiempos tiene mensajes sociales que exponernos, la mayoría hablan de un gran amor por los recursos naturales, fibras naturales y motivos que nos recuerdan el origen silvestre que tenemos. Mientras algunas otras versiones también reclaman lo que fuimos como el chocolate oaxaqueño, los granos de cacao, los productos naturales y hoy hasta artesanías de polietileno que se justifican diciendo: ¡que duraran toda la vida!
Sin embargo me parecen vulnerables las estrategias que resguardan su identidad y sus derechos como pueblo o comunidad con determinada personalidad y costumbres. La dificultad para discernir la artesanía de la neoartesanía o de aquella del tipo comercial vendida como artesanía. Los desarrolladores químicos que al mismo tiempo elaboran un producto que se dice artesanal pero que debería estar patentado. Me dijo una productora de otra muestra que tenia ya ’su permiso para exportar miel’, pero que cree? No tiene medios de producir para exportar, es decir, no tiene nada que exportar, pero ya tiene el permiso. Estamos seguramente ante una trascendencia social muy compleja en donde como niños de primaria estamos aprendiendo a leer y escribir, que va primero, quien va primero, a que clasificación corresponde, se ve mejor acá, se ve mejor allá; creíamos que éramos un pueblo maduro y resulta que fuimos trueque ando nuestra identidad, remplazando el orden intelectual por dinero rápido. Cuanta falta hizo la mesura en nuestro país, cuanta bruma y neurosis nos saturó de ruido, cuanta algarabía y juventud en el poder socio- económico nos deslumbró con sus buenas ideas neoliberales y vanguardistas que no estaban erradas, pero no estábamos preparados en infraestructura intelectual y moral, eso no lo sabíamos. Que sorpresa hoy es encontrarte en una exposición artesanal alebrijes! Hermosos alebrijes!! ¿ En donde estuvieron todo este tiempo? Esculturas hermosas esculpidas y pintadas a mano de figuras que representan el alebrije, éstos no son de cartón, sino de madera. Puede encontrar las valiosas piezas del talento familiar provenientes de San Martín Tiljacate del Estado de Oaxaca. La actual muestra concluye en un par de días pero le recomiendo a usted que ya sea en esta exhibición o cualquier otra del mismo tipo, acuda con sus hijos, con sus nietos, háblele de la importancia de conocer nuestras raíces, textiles, criterios, del valor de generar conciencia y compromiso social con nuestras culturas que no son sólo un artículo como el artesano no es sólo un individuo, tienen conjunto cultural integral que merece observación y respeto. Son promotores de sus Estados y sería muy bueno que quienes lo sabemos impulsemos en nuestras familias el apoyo a preservar dichas idiosincrasias. Y también seamos jueces y críticos cuando están demeritando sus tradiciones, que a final de cuentas son las del mexicano. Recuerde que son exposiciones culturales que nos hablan de Quetzalcóatl, coatlicue, biodiversidad, maíz, tlaloc, sol, agua, tierra y viento, maderas, palmas, pino, cedro, chocolates, miel, ufff , de la identidad del mexicano, una responsabilidad de todos. [email protected]