En Las Nubes

Nos despejamos la mente

Nos despejamos la mente
Política
Enero 30, 2021 00:46 hrs.
Política ›
Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

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Carlos Ravelo Galindo, afirma:

María Teresa Guevara de Willy Calvillo, desde Guadalajara, nos cuenta que ’en el periódico Excélsior yo también trabaje’.

Fue en el año de 1970 junto con mi tía Rebeca. Entramos al departamento de suscripciones, y nuestro jefe era el señor Flores.

En ese entonces el periódico se formaba con linotipo y las personas que lo manejaban debían que tomar leche para evitar intoxicarse con el plomo que despedían las maquinas.

También conocí las rotativas y caminé por donde los periodistas redactaban sus notas.

Y en la tarde cuando regresaba de comer a trabajar, por la calle de Bucareli, ya se repartía ’La Segunda’, extra de la tarde.

Así que yo también puedo decir que fui colaboradora del periódico de la Vida Nacional. Excélsior’.

😘😘

Gracias por recordar tiempos idos, a la hija de mi extinta hermana María Teresa Ravelo de Guevara.

En tiempos difíciles como estos, a menudo podemos quedar atrapados en nuestras luchas diarias y sucumbir a la lluvia de malas noticias, tanto que los malos pensamientos y la negatividad pueden comenzar a dominar nuestras vidas y causar ansiedad y angustia.

Es entonces cuando sentimos que es extremadamente importante contar además de nuestras bendiciones, sean las que sean, también algunos chistes, para despejar la mente.

Y reír con las personas hermosas con las que estamos rodeados, las pequeñas y preciosas alegrías de la vida.

Con algunos chistes:

Los Anteojos Chinos:

Un hombre que está en China en un viaje de negocios, se compra unos anteojos de alta tecnología que le permiten ver a las personas sin ropa.

Estaba encantado, se ponía los anteojos y veía a las chicas sin ropa, se los quitaba y de nuevo las veía con ropa.

Probó este maravilloso invento en el avión durante su regreso y disfruto de un feliz viaje.

Al llegar a casa quería mostrarle esta innovación a su mujer. Al abrir la puerta entra y de inmediato ve a su esposa con su amigo Martín en el sillón.

Se quita los anteojos los ve sin ropa, se los pone de nuevo y siguen sin ropa, lo intenta otra vez, se los quita y los ve sin ropa, se los pone y siguen desnudos.

Por lo que no lo puede evitar y exclama muy enojado:

’Maldita sea, son nuevos y ya no funcionan, tenían que ser chinos estos anteojos’.

Y este episcopal.

Un sacerdote irlandés conduce a casa después de una noche en su bar favorito. Un oficial de policía se da cuenta de que un automóvil se desvía por toda la carretera y procede a perseguirlo.

El irlandés se detiene y el policía se dirige hacia el conductor.

Al revisar el vehículo y notar las botellas por todo el piso, el policía pregunta: "¿Ha bebido?" "No sé de qué habla, oficial. Acababa de salir de la iglesia después de alabar al señor por sus muchas bendiciones y milagros", dijo el sacerdote. El policía frunció el ceño, "Bueno, entonces, ¿qué hay en las botellas?"

"Agua", respondió el sacerdote.

El policía metió la mano y agarró una botella, abrió la tapa y rápidamente fue vencido por el olor.

"¡Esto es vino!"

El sacerdote luego gritó rápidamente:

"¡alabad al señor, lo ha hecho otra vez!"

Y otro etílico. O de chupe, para que se entienda mejor:
El viejo que pesca en un charco.

Fue un largo día de trabajo y George decidió salir de su oficina de Londres y caminar hasta el pub, el bar, al otro lado de la calle para tomar unas copas.

La lluvia caía a cántaros y había un gran charco frente a la cantina.

Al cruzar la calle, notó que un anciano andrajoso estaba parado allí con una vara y colgando una cuerda en el charco.

Su curiosidad despertó. Se detuvo junto al viejo y le preguntó qué estaba haciendo.

"Pescar."

Dijo simplemente sin mirarlo.

"Pobre tonto". George pensó, e invitó al viejo andrajoso a tomar una copa.

Sintió que debería comenzar una conversación mientras bebían su whisky, así que pensó que le haría y le preguntó:

"Bueno ... ¿cuántos has atrapado?"

"Eres el octavo".

Seguimos menos lerdos:

La esposa del gerente de la empresa acaba de enterarse que su marido tiene una nueva secretaria. Y esa misma tarde le cae a la oficina para cuestionarlo.

Me acabo de enterar que tienes nueva secretaria – Sí, empezó la semana pasada. – Y ¿son bonitas las piernas de tu nueva secretaria? – La verdad ni me he fijado. – No me mientas, y de qué color ¿son sus ojos? –

Mujer ni he tenido tiempo de verlos. Hay mucho trabajo.

– Y ¿cómo se viste? –

Pues se viste bien rápido…
Y uno de empresarios, para seguir el jolgorio.

Estaba una familia reunida ante el féretro del padre recién fallecido, cuando el hijo menor dice: -

’Ahora tendremos que hacer realidad el último deseo de nuestro padre: ser enterrado junto con un millón de dólares’.

Otro de los hijos aclara: -

En realidad, yo creo que solo pondremos 750,000 dólares, porque tenemos que descontar los impuestos’.

La hija mayor opina.

También tendremos que descontar el dinero de la transacción bancaria por ser una cantidad tan alta.

En eso la madre escucha y decide intervenir: -

¡Basta ya! Su padre no se merece esos regateos de su parte.

A su padre lo enterraremos con todas sus tarjetas de crédito.

Y que él gaste lo que quiera.

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