Comentario a Tiempo
Por Teodoro Rentería Arróyave
Desafortunadas, por todos conceptos, porque involucra a toda la institución de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, las declaraciones de los representantes de esa ’clericalla’, que tanto daño le ha hecho a México a través de su historia y que hoy tiene sus más acabados exponentes en el cardenal arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera y el obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín.
Inoportuna también la publicación en el órgano de difusión de la Diócesis de México, ’Desde la Fe’, de su aseveración de que el Partido Revolucionario Institucional, PRI, y el gobierno actual fueron castigados por el electorado en las pasadas elecciones por haber enviado el presidente, Enrique Peña Nieto su Iniciativa de Ley para elevar a rango constitucional el matrimonio igualitario, acorde con el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Desde luego que fue inoportuna, aunque siempre será condenable, su posición homofóbica, al ser coincidente con la horrible masacre perpetrada en el bar gay Pulse de Orlando Florida, la peor en la historia de Estados Unidos, por un sujeto de esa caterva de enfermos de odio, y que dejó como saldo doloroso 50 muertos, entre ellos 3 connacionales, y 53 heridos, la mayoría de origen hispano, uno de ellos también mexicano.
Dichos jerarcas se comparan con el magnate de los medios y de la industria de la construcción que pretende ser presidente de la potencia mundial, Donald Trump, quien ha centrado su campaña electoral, precisamente en esa línea del odio enfermizo; está claro que el hombre es el más acabado exponente de la homofobia, del racismo, del neofascismo, de la segregación, de la discriminación, del separatismo, en tres palabras: del fanatismo más abyecto.
Los purpurados mexicanos ya olvidaron la regañada que les endosó el Papa Francisco cuando su visita al país, ya olvidaron su declaración primaria sobre el tema cuando afirmó: ’Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia Católica lo explica en forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a esas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos’.
Y es de preguntarse ¿Qué Norberto y Luis Felipe no han leído o se hacen tontos el Amoris Leititia de Francisco en el cual abunda sobre la diversidad familiar, cuando enseña, ’debemos reconocer la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar estabilidad’?
Ahora nos sale Donald Trump, en su calculado cambio de discurso, que tiene que mejorar la inteligencia de su país para detectar a ’los enfermos de odio’ y los multicitados jerarcas Norberto y Luis Felipe, desde luego que nada dicen sobre los sacerdotes pederastas que cuando menos han protegido. Simplemente es la doble moral de los homofóbicos, de los verdaderos enfermos de odio.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en [email protected], [email protected] Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx