#Reflexión respecto al Cadete Militar en aniversario de los heridos y muertos en septiembre de 1847.


#Reflexión respecto al Cadete Militar en aniversario de los  heridos y muertos en septiembre de 1847.
Periodismo
Septiembre 15, 2022 17:33 hrs.
Periodismo ›
portalmexiquense › Portal Mexiquense.com.mx

8,977 vistas

Por Adriana Salazar

Bajo las faldas del Cerro de Chapultepec emerge un antiguo monumento conmemorativo del aniversario bélico – luctuoso del 13 de septiembre de 1847 en honor de los cadetes heridos y caídos en defensa de su patria. El monumento data de 1881 erguido por mandato del General Porfirio Díaz. Cabe destacar que el monumento tristemente carece del brío que hace 20 años aún tenía. El histórico Castillo de Chapultepec ha sido escenario y testigo de personajes que han trascendido a la historia tratando de defender los ideales de soberanía y de un pueblo desarrollado capaz de cosechar y enaltecer tradiciones y costumbres. Sin embargo algo ocurre en el Cerro del Chapulín, pues la historia es testigo de que sus residentes se han tenido que enfrentar a traiciones y tragedias, y al mismo tiempo todos ahí han sido hombres de principios inequiparables y de ideales de identidad extremadamente comprometidos. Me refiero a sus residentes previos a la hispanidad, Moctezuma y sus contemporáneos, y en otras épocas estuvieron también los cadetes militares, y los Emperadores Carlota y Maximiliano.
Es sin duda el Bosque de Chapultepec un santuario de importantes mensajeros para la construcción de la historia de México quienes vinieron a escribir e interpretar la historia. A todos los que ahí habitaron se les ha conmemorado y recordado con honores. Alguien dijo que ’es deber de los mexicanos y de las instituciones de la república rendir homenaje a quienes ofrendaron sus vidas en la salvaguarda de la soberanía nacional. ¿Por qué menciono entonces al Emperador francés? Sin ampliarme demasiado en el tema, ya que hoy me ocupan los niños cadetes, a mi me gusta retomar la actitud espontanea y natural de Don Benito Juárez y sus principios de anfitrión, cuyos valores se inmortalizaron negándose a pisar la bandera francesa. Pese a que en algún momento sobre el Castillo llego a ondear una bandera francesa, los historiadores han equiparado los ideales de Juárez a los de Maximiliano, ambos buscando el desarrollo de este país, el cual fue truncado ciertamente por ambición, por la avaricia de propios y extraños. Lo mismo sucedió en la batalla de San Patricio, México ganó ideales y batallas gracias a aliados extranjeros y ha perdido territorios y riquezas a manos de sus propios mexicanos. No recuerdo literalmente la expresión de el Emperador al ser fusilado pero dedico su muerte en favor de la libertad de México. Algo así como ’ que mi muerte valga por la libertad de México’. No se podría no honrar a un extranjero que dedicó su último aliento a favor de quien le estaba fusilando.
Por ello digo que Chapultepec parece como templo de telaraña, un santuario verdaderamente, escenario de altas verdades y pasiones nacionalistas. Al respecto transcribo un fragmento de la Declaración del General Nicolás Bravo, oriundo de Chilpancingo Guerrero quien en 1847 fue encargado de dirigir la defensa de Chapultepec donde posteriormente fue hecho prisionero: ’ Es muy interesante se fije la atención de vuestra señora sobre la muy particular coincidencia que refiere el Excelentísimo señor General Santa Ana, que dice: No obstante las pocas fuerzas que defendían las posiciones de abajo, y del arrojo con que el enemigo las atacaba con mayor número, éste fue rechazado y no avanzaba un paso cuando comencé a advertir que el fuerte de arriba no hacía el fuego que era de esperar de su guarnición, y poco después vi con sorpresa, que en grandes pelotones descendían huyendo y abandonando cobardemente, que solo de esta manera pudiera el enemigo haber ocupado fácilmente. Tan infame conducta me puso en el mayor conflicto, pues ocupadas las alturas de Chapultepec por el enemigo, las fuerzas de abajo quedaban expuestas a ser asesinadas con impunidad, y para evitarlo no quedó otro recurso que emprender la retirada. Así lo ordené en medio de la mayor desesperación …. Si el señor bravo hubiera permanecido en el Cerro hasta última hora, debió haberlo visto precisamente; y si lo vio ¿ para que es ocultar, que le fue este refuerzo, y quejarse de que no se le auxilio?
Esta es una injuria atroz de mi nombre, a mi carácter y a mi fama’ , arremete el General Bravo. ….se trata aquí de un punto de honor, y el honor es inherente a todos los militares del globo, para sostenerlo es permitido todo esfuerzo, en los límites legales’.
Recién visité el heroico Colegio Militar en la Delegación Tlalpan, ha sido un honor ver jovencitos empeñosos, orgullosos del traje que portan, que con disciplina repiten las convicciones que les han sido inculcadas, sin embargo en estos tiempos tan difíciles, tan grises, en donde se plantea el papel del militar, su ética y su capacidad para servir y defender la soberanía con los mismos principios que solía hacerlo antes. Es un poco preocupante saber que las herramientas culturales e intelectuales de las que se han dotado a los militares no sean tan sólidas, y por ende suena escabroso que la ética del militar se haya mimetizado con la burocracia. No se sabe si reír o llorar cuando ves a padres reclamando a sus hijos desaparecidos al tiempo que también te dicen que hay militares desaparecidos. Me alarma un poco y me pregunto entonces que contexto estamos viviendo? Desde cuando? Y hasta cuando?
Me atreví nostálgicamente a comparar al cadete actual con Juan de la Barrera, tal vez unos años menor que el joven que me recibió en el Colegio, al respecto retrato carta de los principios éticos y de formación intelectual y académica del acaecido Juan de la Barrera: ’Con el respeto y subordinación debida digo; que desde que me dedique a la carrera gloriosa de las armas he procurado seguirla por medio del estudio con el objeto de poder optar en mi cuerpo a la clase facultativa. Al efecto he asistido a las academias establecidas en el mismo cuerpo y además he concurrido también a las del Ateneo y recibido lecciones de un maestro particular; pero a pesar de esto, las continuas y repetidas fatigas del servicio me han impedido sacar todo el aprovechamiento que me había prometido. Deseo pues continuar mis estudios para lograr por su medio ser un oficial verdaderamente Científico…me hallo en el caso de impetrar de Vuestra Excelencia se sirva concederme agregación al Colegio Militar para que en este establecimiento libre las atenciones del servicio pueda concluir los cursos que me faltan…’ 16 de noviembre de 1843, firma Juan de la Barrera.
Si me encuentro a un militar así, con esa educación, con ese Respeto, con ese acervo cultural, con esa férrea necesidad de estudiar y compromiso moral basado en su idiosincrasia, su patria y el respeto a sus iconos y antecesores, porque efectivamente eran ricos en sabiduría y experiencia. No es difícil conferirle tu vida y la de una Nación entera a cuerpos de alta formación disciplinar, porque con esa escuela son incapaces de corromper sus propios principios. Tristemente ví que nuestros militares han sido olvidados en educación, no por el Colegio que abarca lo que se les es permitido sino por la sociedad que lo dejó tan relegado, le recuerdo a usted que el militar ¡no es un transito, ni un policía, mucho menos un peón, ni hablar de un ’empleado’! ¡Es el vigilante de la nación! ¡Es el vigilante de todos los principios nacionales, es el guardián de la Constitución.! ¿Cómo y con que la va a defender si su acerbo cultural es precario? ¿Con golpes? ¿Con municiones? O ¿Con drogas? ¿Quién le va a explicar al joven risueño que me recibió ayer en el Heroico Colegio que no es un anfitrión turístico sino un rígido elemento militar que con dicha entereza y convicción debe manejar todos sus movimientos, así sea su campo militar, una zona de guerra o una agrietada zona geográfica de la Nación? Que su vigilia no puede pestañar ni un segundo mientras está en servicio. ¿ Quién les va a decir que no se les están dando un empleo con una plaza definitiva y un sueldo digno, sino que se le esta confiriendo la responsabilidad más grande del mundo, el cuidado de la Nación? Disciplina no es raparse el cabello, sino ser inquebrantable en convicciones por conocimiento. Conocer con alto nivel académico lo que están protegiendo, no son burócratas, se supone están entrenados para dar su vida por la patria aun en guerra, aun sin comida, aun sin sueldo.
En este mes de Septiembre le invito a conocer nuestros iconos representativos del cuerpo militar de este país, se cuenta con museos en el centro histórico, un museo en el Heroico Colegio Militar, monumento a la fuerza aérea en el Bosque de Chapultepec, el esculpido monumento de conmemoración al episodio bélico a las faldas del Cerro de Chapultepec inaugurado por Díaz, además de la majestuosa obra de arte en mármol inaugurada por el Expresidente Miguel Alemán, obra del Arquitecto Enrique Aragón Echegaray y el escultor Ernesto Tamariz que esculpió en mármol haciendo honor a la madre patria, y en forma de águila y fuego a los Niños Héroes: Juan de la Barrera, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Agustín Melgar, Vicente Suárez y Juan Escutia.

Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

#Reflexión respecto al Cadete Militar en aniversario de los heridos y muertos en septiembre de 1847.

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.