Laura Castillo García
’No defienda a un violador’, señor presidente, pronunció indignada Basilia Castañeda, la mujer que asegura haber sido violada por el exsenador de Morena, Felix Salgado Mecedonio -sí, ese que ahora quiere ser gobernador de Guerrero-, cuando ella era menor de edad y de la que se burlaron en la Comisión de Honor y Justicia del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al no permitir que sus abogadas la acompañaran en sus comparecencia, la cual solo fue escuchada por personal técnico toda vez que ninguno de los comisionados estuvo presente en la misma.
<Que no estuviera ningún comisionado nos dice que este proceso fue una simulación con una actitud hostil hacia la víctima>, aseguró al diario español El País, Patricia Olamendi, una de las abogadas de la víctima que solicitarán medidas de protección para la mujer.
El martes 16 de febrero, la reportera de El País, Almudena Barragán, escribió: ’El mismo grupo de abogadas que acompaña a Castañeda señala la desigualdad entre el acusado y la denunciante. Él, un político intocable al que las acusaciones de abuso y acoso sexual no parecen afectar para que Morena le elija como candidato a una gubernatura. Ella, sin ningún apoyo del partido, pese a fundar el primer grupo de Morena en su pueblo desde 2014, mucho antes de que Macedonio pasara del PRD a Morena. Al finalizar su declaración en la que sí estuvieron presentes los abogados de Salgado, Castañeda pidió al presidente de la República que ’no defienda a un violador’.
Tres mujeres han denunciado a Salgado Macedonio por violación. Una afirma haber sido abusada en 1998 cuando era menor de edad; otra denunció ante la Fiscalía de Guerrero en 2017, cuando el político era director del periódico La Jornada de Guerrero y un tercer caso fue presentado ante la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena. No obstante, nunca han prosperado esas denuncias porque siempre ha estado protegido por el privilegio, conocido como fuero, que tienen aquellos que ocupan ciertos cargos políticos y que los excenta de respetar y cumplir las leyes. Por ese famoso fuero que le han dado los varios cargos públicos que ha ocupado a lo largo de su trayetoria política, Felix Salgado Macedonio nunca ha sido juzgado por la ley.
¿Habrá algún delito que devaste más a la mujer -o a cualquier ser humano- que el abuso sexual, que la violación de un cuerpo solo porque alguien quiere satisfacer sus instintos animales? Definitivamente no. La violación sexual es el delito que, como señala la ONU Mujeres, ’destruye cuerpos y mentes y pone en peligro la paz’.
¡Y vaya que pone en peligro la paz! Nada más hay que ver el revuelo que ha causado el registro ante al Instituto Nacional Electoral (INE) de Félix Salgado Macedonio como candidato del partido Morena a la gubernatura del estado de Guerrero.
Al presidente López Obrador no le han importado las protestas públicas protagonizadas por mujeres de Guerrero que se oponen a tener un gobernador violador, ni tampoco la campaña mediática que intelectuales y artistas piden a López Obrador que rompa el pacto con el presunto violador para que Salgado Macedonio ni siquiera sea candidato a gobernador. Nada, con toda arrogancia el presidente de la república ni las ve ni las oye y solo ha respondido con un ’¡ya Chole!’, a fin de que nadie le dé lata con el mismo tema.
Una vez más, con una sola frase, López Obrador se retrata de cuerpo entero como un hombre arrogante, frívolo e insensible al dolor humano, como es el profundo dolor de las mujeres a quienes se ha violentado su cuerpo, su intimidad y, sobre todo, a las que se les ha roto su integridad mental, a veces de por vida porque les deja traumas profundos, la cual no se sabe cuándo quedará reparada para volver a disfrutar la vida en toda su plenitud.
¡Ya Chole presidente! No defienda a un violador. Deje la arrogancia, sea un verdadero hombre de Estado y atienda las peticiones de sus gobernados.